Pilar y Agustin, junto con sus dos pequeños, forman una familia preciosa y con ellos me aventuré a realizar su preboda en su tierra, Almería. Aunque tampoco es exactamente su zona ya que ellos viven más al interior, pero tenían claro que la zona de Cabo de Gata sería un enclave excelente. A esta malagueña y este granadino, los avatares de la vida los han llevado a formar una familia fuera de sus orígenes. El trabajo manda y este geólogo actualmente desarrolla su actividad profesional en la fábrica de Cosentino y, por tanto, viven en la zona del interior de Almería.
En un momento dado, en alguna conversación, reunión o llamada, saltó la chispa y pensé que podría quedar bonito visitar tierras almerienses para, por lo menos, tener algún recuerdo de allí ya que su boda se celebraría en tierras malagueñas.
La zona de Cabo de Gata
es un lugar ideal para la toma de fotografías, para las sesiones de pareja y los pre y postbodas. Y en este caso, con los dos pequeños de la pareja, el preboda podía convertirse casi en una sesión familiar. Pero la naturalidad que conseguimos con estas imágenes, de ellos como pareja, y ayudados con los paisajes rocosos y marrones de la zona que acentúan el calor y la sequedad de finales del mes de junio, nos permitieron sacarle bastante jugo al color de este reportaje.
Quedamos en el Faro de Cabo de Gata
y, por un sendero amplio de tierra, bajamos a la primera zona: la Cala de las Sirenas, una pequeña calita rocosa con unas vías que se adentran en el agua del mar y que facilitan la entrada de las embarcaciones. Unos metros mar adentro tenemos la magnífica silueta del arrecife del mismo nombre. Las historias que rodean su leyenda son variadas: desde marineros que confundían a las focas monje que había en la zona con sirenas a que se correspondía con la costa donde tuvo que ser atado Ulises para no ser atraído ante el canto de las sirenas... De cualquier forma, se trata de rocas negras de origen volcánico y formas caprichosas dispersas e irregulares sobresaliendo del agua. Más concretamente, estas formaciones eran antiguas chimeneas volcánicas submarinas (extintas a día de hoy). Con el descenso del nivel del agua tras millones de años de evolución geológica estas quedaron al descubierto.
Tras el rato de roqueo volvimos a subir hacia el faro y a coger los coches para dirigirnos dirección a la zona de las
Salinas del Cabo de Gata. En esta zona hay un poblado, un conjunto de casas antiguas con unos almacenes de madera y una iglesia archiconocida.
En cuanto bajamos la parte de los acantilados para ir dirección a las salinas pude ver en una explanada, detrás de un conjunto de casas, una barca abandonada de madera que dio bastante juego a nuestro reportaje de preboda.
Más adelante, fotos sobre las fachadas de madera de las casas de las salinas y una vuelta por detrás de las casas donde encontramos otra barca y algunos chambaos. La zona de la iglesia no la pudimos aprovechar mucho debido a la concentración de vehículos en la zona: final de junio, playita, buen tiempo... es lo que hay.